Cómo cuidar el motor de tu coche desde la gasolinera

Cada vez que llevas tu coche a la gasolinera, probablemente piensas que solo estás llenando el tanque para seguir tu camino. Pero ese momento puede convertirse en una de las rutinas más valiosas para mantener tu motor en buen estado. De hecho, es uno de los pocos puntos de revisión en los que tú, sin ser mecánico, puedes detectar y prevenir fallos serios antes de que sea demasiado tarde.

En este artículo te voy a compartir 10 consejos prácticos que puedes aplicar justo en la gasolinera para alargar la vida útil del motor, ahorrar en reparaciones costosas y mejorar el rendimiento general del vehículo. Lo mejor: todos están basados en la experiencia real y cotidiana de quienes cuidan su coche con inteligencia, no con suerte.

 

1. No esperes a la reserva: llena el tanque antes del mínimo

 

Uno de los hábitos más comunes —y más perjudiciales— es dejar que el tanque llegue a la reserva. Sí, todos lo hemos hecho, pero mantener ese nivel tan bajo puede dañar directamente el motor.

💬 “Al estar andando con el mínimo de gasolina, nuestro motor empieza a succionar estos residuos que finalmente le causan un daño interno.”

Con el tiempo, los sedimentos y residuos de la gasolina se acumulan en el fondo del tanque. Cuando el nivel baja demasiado, la bomba de combustible empieza a succionar estas impurezas, que pueden obstruir filtros, dañar inyectores o incluso provocar fallas en la combustión.

Consejo práctico: crea el hábito de recargar cuando el tanque llega a ¼. Te ahorrarás muchos problemas y alargarás la vida de tu sistema de combustible.

 

2. Aprovecha para revisar si hay fugas o goteos bajo el auto

 

Mientras estás esperando que termine la carga, bájate y revisa el suelo bajo el coche. Muchas fugas de aceite, refrigerante o combustible dejan señales claras.

💬 “No hay que ser expertos para notar que tu auto está goteando, ya sea por el olor o porque deja manchado el piso de tu garaje. Estas filtraciones son principalmente por aceite o refrigerante.”

Si notas manchas recientes, gotas frescas o un olor a gasolina más fuerte de lo normal, toma nota y acude al taller lo antes posible. Detectar una fuga a tiempo puede evitar daños mayores y un gasto innecesario.

 

3. ¿Huele a gasolina? Verifica el filtro de combustible

 

En algunas ocasiones, al cargar gasolina, puedes notar un olor penetrante a combustible dentro del coche, incluso cuando no has tenido contacto directo con la boquilla. Eso puede ser señal de un filtro de combustible obstruido o deteriorado.

💬 “Este vital elemento muchas veces se llena de partículas o incluso ciertas impurezas que afectan a nuestro motor. Si procedemos al cambio del filtro, haremos que el combustible fluya limpio, además de que el motor tendrá mayor facilidad para quemar el combustible.”

Aunque no puedes cambiar el filtro tú mismo en la gasolinera, sí puedes identificar cuándo ya no está funcionando como debería y programar su revisión en el taller.

 

4. Observa el tablero: luces que no debes ignorar

 

Mientras estás con el motor encendido para cargar gasolina, observa tu tablero. Muchas personas pasan por alto advertencias clave que ya están encendidas.

💬 “Si aparece la luz check engine, la de batería, presión de aceite o temperatura del motor… será mejor que de inmediato lleves tu auto donde tu mecánico, así le estarás haciendo un favor a tu motor.”

No todas las luces son igual de urgentes, pero ninguna debe ser ignorada. La gasolinera es un buen momento para recordarte que esa alerta no va a desaparecer sola. Una revisión a tiempo puede evitar una avería catastrófica.

 

5. Revisa la ventilación del motor: ¿el filtro de aire está saturado?

 

Si al abrir el capó (en caso de tener tiempo y espacio en la gasolinera) notas un filtro de aire sucio, lleno de polvo o con insectos, es momento de cambiarlo. Esto afecta directamente la combustión del motor.

💬 “El filtro de aire es el que se encargará de que exista la buena ventilación y evitará que se retengan insectos, partículas o polvo. Lo más adecuado sería cambiarlo regularmente.”

Un motor con mal flujo de aire consume más combustible, se calienta más y trabaja con menos eficiencia. Aunque el cambio debe hacerlo un profesional, puedes revisar su estado y tomar decisiones rápidas.

 

6. Revisa el nivel del refrigerante desde la estación

 

En muchas estaciones puedes pedir asistencia para verificar el nivel del líquido refrigerante, especialmente en paradas prolongadas o viajes largos.

💬 “El nivel en el recipiente de líquido refrigerante debe de ser el adecuado. Así se evita el sobrecalentamiento del motor.”

Si el nivel está bajo, no lo ignores. El refrigerante es clave para mantener la temperatura adecuada y evitar que el motor se sobrecaliente, lo cual puede arruinarlo en minutos.

 

7. Escucha el motor: bandas, ruidos o chillidos sospechosos

 

Aprovecha el entorno más silencioso de una estación con el motor encendido para escuchar:

  • ¿Se oyen chillidos al acelerar?
  • ¿Hay zumbidos que no estaban antes?
  • ¿Ruidos metálicos al encender el coche?

💬 “Las bandas se encargan de las partes vitales del motor… si tienen un aspecto dañado, con grietas o se escuchan chillidos, podrían romperse y causar un daño severo.”

Aunque estos sonidos pueden parecer menores, son la voz del motor pidiendo atención.

 

8. Verifica el estado del aceite: cuándo cambiarlo y por qué importa

 

Algunas gasolineras aún ofrecen revisión rápida del aceite, y si no, tú puedes hacerlo al levantar la varilla. Fíjate en:

  • Color del aceite: si está muy oscuro, es hora de cambiarlo.
  • Nivel: si está bajo, rellénalo o programa cambio inmediato.

💬 “Este tal vez sea uno de los aspectos más importantes para el cuidado de nuestro motor. El cambio de aceite con frecuencia permite una buena lubricación de sus partes.”

Cambiar el aceite cada 5,000 a 8,000 km es lo más recomendable. No esperes a que el motor te lo pida con un fallo.

 

9. Evalúa la aceleración: ¿forzas el motor al arrancar?

 

Un error común al salir de la estación es acelerar bruscamente al reincorporarse al tráfico. Este hábito no solo gasta más gasolina, sino que pone tensión en:

  • Bujías
  • Pistones
  • Banda de distribución
  • Sistema de inyección

💬 “No es bueno tener constantes paradas y arranques, ya que el motor se desgasta. Mantener la velocidad constante te dará mejor rendimiento y menos desgaste.”

Haz del arranque un acto suave y controlado, especialmente después de una recarga.

 

10. Usa gasolina adecuada y carga en estaciones confiables

 

Finalmente, la calidad de la gasolina sí importa, especialmente si tienes un motor con requisitos específicos de octanaje. No todas las estaciones ofrecen el mismo estándar de producto.

💬 “La gasolina tiene una serie de sedimentos que van asentándose poco a poco… por eso es clave no forzar al motor a trabajar con residuos ni cargar en lugares dudosos.”

Siempre carga en estaciones reconocidas, con surtidores certificados. Y usa el tipo de gasolina recomendado en tu manual (95, 98, Premium, etc.). Eso garantiza una combustión eficiente y menos residuos para el motor.

 

La gasolinera como tu primer punto de diagnóstico y cuidado

 

Cuidar el motor empieza mucho antes del taller, y la gasolinera puede convertirse en un excelente punto de control rutinario si sabes qué observar y cómo actuar.

Desde no dejar bajar el tanque, hasta revisar ruidos, fugas, aceite y luces del tablero, tienes todo lo necesario para detectar problemas pequeños antes de que se conviertan en grandes.

💬 “La mayoría de nosotros solo vemos a las luces del tablero como algo que ornamenta el diseño, pero más allá de eso, es importante saber qué significa cada señal… Así le estarás haciendo un favor a tu motor.”

Recuerda: no se trata de volverte mecánico, sino de volverte observador. Y con estos hábitos, tu motor te lo agradecerá con muchos kilómetros más de vida.

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